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Historia de Siero
En esta sección podrás ver todas las muestras de la riquísima historia de Siero. Desde la época Paleolítica hasta principios del siglo XIX.
Prehistoria
El territorio que actualmente configura el Municipio de Siero, que no coincide con el asignado por Alfonso X en la Carta Puebla, estuvo habitado desde época paleolítica, como demuestran diversos yacimientos prehistóricos que se encuentra dentro de sus límites.
La zona más claramente poblada sería el cuarto norocidental del Concejo, concretamente el territorio ocupado por las actuales parroquias de Arguelles, Lugones y Anes, aunque en Limanes y Vega de Poja se encuentran algunos de los restos más interesantes. Aparecen un grupo de cuatro túmulos en el Alto de la Mayá (Espinera) y otros tres en el “Cantu Negru” (Bobes).
Otros yacimientos son:
- Conjunto lítico de Meres (parroquia de Tiñana).
- Yacimiento de “Regueru del Campón”, en la parroquia de Arguelles.
- “Paredes”, situado en Lugones.
- Conjunto lítico de Vallín, situado en la parroquia de Limanes.
Cultura Castreña
Algunos testimonios de la cultura Castreña reconocidos son
- Castro del Pico Castiello, en la parroquia de La Collada.
- Castro El Castiello, en la parroquia de Tiñana.
- Castro La Canterona, Fozana de Arriba, parroquia de Tiñana.
- Castru El Cuitu, parroquia de Valdesoto. – Castru La Torre, Parroquia de Llugones.
- Castro La Torre, parroquia de Lugones.
- El Picu Castiello, parroquia de Marcenado
- Castro Monte Les Muries, Las Folgueras, parroquia de Lugones.
Colonización Romana
La primera colonización que va a afectar a Asturias fue la romana que dejó diversas huellas en el municipio.
Su conquista debió de resultar difícil ya que para liquidar de una vez las Guerras Cántabras hizo falta la presencia del mismo emperador romano, Octavio Augusto, hacia el año 19 a.C.La batalla final tuvo lugar en el monte Vindio, sobre cuya localizaciónno se ponen de acuerdo los más importantes historiadores de Asturias.
La colonización romana dejó huellas en nuestro Municipio, como vias de comunicación y algunos puentes como los de Colloto, Bergueres o Lugones, así como el de Pola de Siero, que contaba con dos arcos emplazados sobre el rio Seco, y que fue destruido en torno al año 1886.
Edad Media
Llegado el siglo X, encontramos la primera referencia escrita sobre Siero, concretamente en el año 905.
En ese mismo año el Rey Alfonso III, llamado El Magno, dona a la basílica ovetense la Iglesia de Santa Maria de Tiñana, así como la de San Martín de Siero: “…et Santi Martini de Siero et eclesiam, con una gran sierra y bosques en la villa de Cardes, así como la villa de Aveno en su integridad”.
Otras donaciones de iglesias situadas en el territorio de Siero fueron hechas a la misma basílica ovetense como la de San Felix de Hevia en el año 967.
El descubrimiento del Sepulcro de Santiago en el siglo IX, posibilitó de forma clara el poblamiento de estas tierras. En efecto, como señala Don Juan Uria Riu en su obra “Las fundaciones hospitalarias en los caminos de peregrinación a Oviedo”, hay tres elementos principales en las mismas:
- Las reliquias
- Yacimiento Regueru del Campón”, en la parroquia d’Argüeyes.
- Los pelegrinos.
- La atención hospitalaria
Esta atención hospitalaria surge de forma muy temparana en Siero.
En 1141 se funda un hospital en la ruta “Camino de la Costa” y se conocen además los términos de la donación que de este hospital hizo Maria Ordoñez al Monasterio de San Vicente de Oviedo, diciendo que ella misma lo había construido con sus manos desde los cimientos y que se hallaba situado en el valle de Siero en el lugar conocido como Rio Seco.
No fué éste el único establecimiento hospitalario que hubo en el Concejo, pues se conoce además la existencia de una malatería en Marcenado desde el año 1274, (una de las primeras fundadas en Asturias), así como de otra establecida en La Paranza cuya primera noticia es de 1266. Ambas leproserías cumplieron su función hasta el año 1778 más o menos.
Carta Puebla de Siero
El siglo XIII iba a ser de capital importancia para la región como consecuencia de una inteligente política repobladora encaminada a la concentración de la hasta entonces dispersa población rural.
El reinado de Alfonso X va a ser clave para el proceso fundacional de las pueblas, teniendo éstas como fin concentrar la población en ciertos lugares y organizar mejor sus actividades, tanto de índole económica como administrativa.
En el año 1270, concretamente el jueves 14 de agosto, el rey Alfonso X El Sabio, concede carta de población a los hombres de la tierra de Siero en la que localiza el lugar y el día de mercado:
Estos derechos e estos realengos lles damos en tal manera que ellos poblen en el lugar que dizen la albergueria de San Pedro, e que fagan y villa e todos los que poblaron que fagan y las mayores casas pobladas y ençierren y so pan e so vino.
Otrossi, lles otrogamos que fagan y mercado cada semana el ida del martes, e que todos aquellos que y venieren que vengan e vallan seguros assí commo en todos los mercados de Asturias”
Continúa la carta concediendo el Fuero de Benavente y fijando los límites territoriales, así como las cantidades de dinero a pagar al merino y al representante real.
A pesar de esto los vecinos de Siero no hacen efectiva de forma inmediata las disposiciones reales, lo que facilita que el hijo de AlfonsoX, llamado Sancho IV, olvidando las disposiciones de su padre, conceda al territorio de Siero como término municipal de Oviedo en 1287.
Cuando muere Sancho IV su hijo Fernando IV es un niño, por lo que su madre Doña Maria de Molina ejerce la Regencia, y es precisamente en esta época (1305) cuando Don Rodrigo Alvarez de las Asturias obtiene de la Regente el Señorío de Siero y permite a los vecinos la constitución del Municipio en 1310, es decir, 40 años después de la concesión real para poder llevarlo a cabo.
Es normal en las Cartas Pueblas que el lugar designado para el emplazamiento del futuro núcleo urbano coincidiese con la existencia de algún establecimiento anterior a la nueva fundación, establecimiento que actuará en cierto modo como elemento generador de la incipiente agrupación urbana, nacida y desarrollada en su entorno.
En el caso concreto de Siero este establecimiento fué, como ya hemos dicho, la Alberguería de San Pedro, fundada más de cien años antes por María Ordoñez como hospital de los pobres.
En la Carta Puebla la determinación del Alfoz se lleva a cabo en el mismo escrito fundacional, que incluye la donación a los pobladores de los territorios comprendidos dentro de una demarcación.
El deslindado en la Carta fundamental comprende parte del Concejo de Llanera, los municipios de Sariego y Noreña integramente, parte de Gijón, Villaviciosa, Langreo y Nava y algo de Bimenes y Oviedo.
Otro privilegio muy importante era del de poder celebrar mercado una vez a la semana, de esta forma la función comercial de la puebla queda canalizada a través de ese mercado.
Durante el reinado de Alfonso XI, hijo y sucesor de Fernando IV, no ocurre ningún hecho destacable en la naciente Puebla de Siero pero a su muerte se desatan una serie de luchas por la sucesión que dividen al Concejo en partidarios de ambos bandos.
Así mientras Pedro I concede en 1351 una serie de privilegios a San Martin de Anes como premio a su fidelidad, el resto se muestra partidario de Enrique II de Trastámara.
Éste, que ya estaba vinculado a la tierra de Siero antes de su acceso al trono, por haberla recibido de herencia por parte de su padre adoptivo, Don Rodrigo Álvarez de las Asturias, concedió el 24 de abril de 1370 como premio a los servicios que los habitantes de Siero le habían prestado durante la contienda, una serie de privilegios que los declara exentos de numerosos impuestos.
Constitución del Ayuntamiento de Siero
Este concejo constituyó Ayuntamiento, como tal, en 1504.
Sus oficios habían de ser desempeñados por hijosdalgo u hombres buenos, como se solicitó del monarca y al fin dispuso la Real Chancilleria de Valladolid en 1658.
En 1827 se incorporan al concejo de Siero los Cotos y Jurisdicciones siguientes:
- Noreña: Más tarde se disgregó y formo municipio independiente.
- Marcenado: Con Ayuntamiento en 1744, de cuyo coto fueron dueños los Marqueses de Santa Cruz de Marcenado.
- La Paranza: Coto que en 1645 enviaba delegados a la Junta General del Principado y que en 1744 formaba Ayuntamiento.
- Arenas: Igualmente con municipio en 1744.
En el territorio de Siero se hallaban incluidos además los cotos de Mieres de Limanes, de Valdesoto y el de Tiraña (Laviana).
Siglo XIX
A principios del Siglo XIX sufrió el concejo de Siero, como todo el país, la invasión de los franceses.
En mayo de 1808 fue decisiva la intervención de Siero para el triunfo de la causa de Asturias contra los franceses ya que en Siero existía un batallón dirigido por el Alferez Mayor Don Ramon Garcia Bernardo.
Siero se ve invadida por los franceses con el general Kellerman al frente en mayo de 1809. Una segunda invasión de los franceses tuvo lugar en Enero de 1810 al mando del general Bonet, ocupando nuevamente la capital del concejo en 1811, hasta Junio de 1812 fecha en la que los franceses abandonaron Asturias.
En 1866 fue creado el Juzgado de Primera Instancia en la capital del concejo, luego suprimido y vuelto a instaurar definitivamente en 1895. en 1887, se levantó el edificio de la Casa Consistorial en el lugar que ocupa hoy en día, ya que anteriormente estaba en la plaza más antigua de la villa “la Plaza de les Campes” lugar donde se condensaban todas las actividades de La Pola y su Concejo. En tal plaza se venía celebrando el mercado de ganados. Así mismo, en ella se celebraban todas las romerías y las manifestaciones religiosas desde el Medioevo hasta el siglo XIX.
Carta puebla
España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Archivo Histórico Nacional, CLERO SECULAR-REGULAR, Car. 1069, nº 16
En la carta de población otorgada por Alfonso X a los hombres de la tierra de Siero, les dona los realengos de esta tierra y les manda hacer villa en el lugar llamado alberguería de San Pedro, delimitando sus términos, concede a los pobladores mercado semanal y el fuero de Benavente y les favorece con una amplia exención de prestaciones, excepto moneda y hueste, fijando cantidades anuales que deben satisfacer por todas sus concesiones.
La carta alfonsina contiene una serie de elementos, que desde el punto de vista social contribuyeron a que los moradores de esta tierra, adquirieran a través de una liberación de servicios, cargas y prestaciones señoriales, una serie de reconocimientos fundados de libertad, a través de unos privilegios que se manifiestan en la atribución de derechos concretos, algunos de contenido económico pero que les dio las garantías político administrativas y judiciales para la efectividad del mismo, permitiendo con el transcurso del tiempo, que los entonces súbditos se acabaran convirtiendo en ciudadanos de pleno derecho