Siero se constituye como ayuntamiento en el año 1504 (Carta Puebla), aunque la ubicación de la Casa Consistorial no fue siempre el actual.
El 5 de febrero de 1883 la Corporación Municipal, decide la construcción de una nueva Casa Consistorial. El día 26 de ese mismo mes se encarga al Arquitecto Provincial, Javier Aguirre, la realización del plano y el presupuesto. En el año 1886 se adjudica la edificación con un presupuesto de 69.990 pesetas. Javier Aguirre, de origen vasco fue también arquitecto del Balneario de las Caldas, del Mercado del Fontán en Oviedo y del Mercado de Avilés entre otros edificios.
En Occidente, entre 1860 y finales de los años 20 del pasado siglo, se desarrolló en arquitectura una tendencia artística historicista, conocida a menudo como “Eclecticismo arquitectónico”, que se manifiesta entre otras cosas por la búsqueda de soluciones estéticas en el pasado. El término ecléctico, viene del griego y significa mezcla. Esto es lo que hacen los artistas, escogen elementos del pasado y los revisan mezclándolos en sus edificios.
De estructura cúbica y con planta cuadrada. En la planta baja un pórtico acabado con arcos rebajados o escarzanos, protege la entrada principal de las inclemencias del tiempo. En la primera planta, los elementos más significativos son los amplios vanos adintelados y el balcón corrido y volado.
Destaca también en la fachada el reloj que se instaló en torno a 1890.El reloj es obra de Lorenzo Redondo Bonilla. Este relojero había instalado relojes públicos en otras localidades de la península como el reloj de Ceutí en Murcia.
Este reloj, posee una curiosa característica, la numeración romana, forma un cuatro con cuatro palillos, en vez de el palillo y la V. Toca a en punto, a y media y en los cuartos. El templete que lo cobija, fue traído según parece del Hospital de los Santos Mártires.
No se realizan intervenciones importantes hasta la década de los ochenta del siglo XX. El año 1983 se inauguran las obras. Su responsable fue el arquitecto municipal José Benito Díaz Prieto y la reforma consiguió el Premio Asturias de Arquitectura de 1984.
La última reforma se hizo en 2007, se aumentó el espacio de la buhardilla, iluminada con ojos de buey, con un tejado en forma “mansarda” que le da un aspecto afrancesado.
En el interior, preside la escalera un mural de 12 m2, cuyo autor es Casimiro Baragaña, y se titula “Expresión renovada”.Encargo que recibió el artista en 2006.